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América  en el siglo XVIII

Pradera-frontera y puerto

Tres condiciones fueron determinando que España pusiera mayor interés en nuestro territorio:

* la riqueza ganadera que se expandía por  nuestras praderas

* el hecho de ser frontera con las posesiones de Portugal

* el puerto de Montevideo, apostadero natural de las naves que venían de Europa.

La introducción del ganado había transformado completamente la vida de los pobladores de la Banda Oriental, que tuvieron, alimentación fácil, caballadas para el transporte y cueros en cantidades inagotables para usar y vender.

El cuero fue lo primero que se aprovechó del ganado  y se le dio innumerables usos: techo, puerta,  camas, canastos, recados, sombreros, botas etc.

Luego se utilizó la grasa para  fabricar velas y jabones y por último  se aprovechó la carne , cuando a fines de del del siglo XVIII se inició otra etapa: la de los saladeros. Para conservarla se aplicaban capas de carne y de sal y se dejaba secar al  sol. La carne  quedaba preparada así en forma de charque.

La  fertilidad de sus praderas despertó la codicia de los pueblos vecinos. Establecer fronteras y defenderla   pasó a ser una necesidad de los españoles , dado  que no estaban  definidas las propiedades  de los misioneros ni la de los portugueses , quienes          buscaban extenderse hacia el sur.

La posibilidad de utilizar el puerto de Montevideo   fue el tercer elemento que interesó a los españoles.

Ese puerto natural, de  aguas profundas, pronto se convirtió en apostadero naval de gran importancia y  se le adjudicó,  en 1787, el triste privilegio  de ser el lugar de ingreso de esclavos africanos, comercio  muy lucrativo. De  esa forma Montevideo  se convirtió en la plaza única para el comercio de esclavos  de la  región.

El desarrollo del puerto de Montevideo generó, además, una rivalidad con el puerto  de Buenos Aires,  por convertirse en el centro de intercambio comercial en el Virreinato del Río de la Plata.