¿CÓMO
SE DESENCANDENÓ LA
REVOLUCIÓN?
En 1789 las medidas económicas adoptadas por Luis XVI, joven rey de
Francia, frente a la crisis económica que padecía el reino (la escasez de
alimentos, el estado de opresión del pueblo), así como la difusión de las
Nuevas Ideas fortalecidas a lo largo del siglo, habían convertido al reino en
un polvorín a punto de estallar.
El 14 de julio de 1789 el pueblo se dirigió violentamente a la Bastilla,
prisión donde estaban detenidos los opositores al sistema de gobierno y punto
estratégico del plan de represión de Luis XVI (sus cañones apuntaban a los
barrios obreros), y la tomó por la fuerza.
Cayó así el símbolo de poder del rey, dándole al pueblo confianza en su
propia fuerza.
Después de este acontecimiento el gobierno perdió el control de las
provincias, el pueblo atento contra las autoridades del antiguo régimen, los
campesinos enfrentaron a los señores feudales y sus castillos fueron saqueados
e incendiados.
Para apaciguar la revuelta campesina se resolvió hacer concesiones; la
noche del 4 de agosto de 1789 el clero y la nobleza renunciaron a sus
privilegios. Se fueron consagrando los principios de la revolución, desplazando
del poder a los nobl4es y partidarios del absolutismo. Fue así que la Asamblea
Nacional Constituyente comenzó la redacción de una Constitución, que estableció
un régimen de monarquía constitucional con tres poderes (Ejecutivo, Legislativo
y Judicial), y si bien el Ejecutivo que daba a cargo del rey, su poder estaría
limitado.
En el preámbulo de la Constitución, denominado Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano, los delegados formularon los ideales de la
revolución, sintetizados más tarde en tres principios: “libertad, igualdad y
fraternidad”.
El movimiento revolucionario continuo,
miles de personas murieron, entre ellos el rey y la reina, que fueron
decapitados mediante la guillotina. A la muerte del rey se instaló en Francia
la República, que pudo mantenerse apenas unos pocos años.
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